Capítulo 12.
"Una nueva amiguita"
- Hola... me llamo Susan, ¿tú como te llamas? - me pregunta susurrándome.
- Yo me llamo Anne. Mucho gusto princesa - la contesto sonriendo.
- Igualmente... ¿Sabes qué? Tengo nuevas amigas que me ayudan a estar feliz.
- ¿Ah si? ¿Me las presentas?
- Claro, ven - dice mientras me coge de la mano y con la otra me señala el ventanal - Mira, ¿ves las mariposas? Son mis amigas, igual que las hadas. ¿Las conoces?
- Nunca he tenido el placer, pero me encantaría - le susurro guiñándole el ojo.
- Mi madre dice que siempre acompañan a la gente buena para que no les pase nada, pero me han mentido un poco, porque mira, estoy en el hospital. ¿No tendrían que cuidarme? Yo soy buena - dice con gesto triste.
- Tranquila pequeña, las hadas están a tu lado. No te va a pasar nada, estás protegida. Tú confía en ellas y verás como todo sale bien. Ahora tengo que irme, que mi mamá me espera abajo, pero tú tranquila, volveré a verte a ti y a tus amigas las hadas, ¿vale? - sonrío.
- ¡Vale! Anne, me caes muy bien... ¿Quieres ser mi amiga? Y... ¿Me prometes que volverás? - dice mientras me abraza fuerte.
- Claro princesita Susan. Vendré a verte pronto, te lo prometo. Un besazo guapetona.
La doy un beso en la frente y sigo mi camino, mientras ella no para de mirarme sonriendo y dando saltitos. Debo decir que esa niña me ha sacado una sonrisa. Sigo caminando y miro el reloj. Las doce y media. Mi madre ya estará a punto de llegar, por lo que me doy algo más de prisa en bajar. Aún tengo la imagen de la pequeña Susan en mi cabeza. Es una niña muy dulce, pero me entristece saber que siendo tan pequeña ya está ingresada aquí. No se lo que tiene, pero volveré a verla antes de irme a Madrid, se lo he prometido. Bajo las escaleras y entro al hall. Miro por todos sitios y por fin veo a mi madre. Camino hacia ella y la abrazo con fuerza. Me da un beso en la frente y después se dirije junto a la doctora.
- ¿Está todo bien? - le pregunta mi madre.
- Todo perfecto, tranquila. Si le volvieran a dar mareos, vuelve a llevarla al hospital y entrega estos papeles. Y si no, no hay ningún problema. Espero que no te vuelva a pasar nada, Anne, ten mucha precaución, ¿eh? - dice la doctora con una sonrisa.
- Si doctora, tendré más cuidado a partir de ahora - le respondo.
- Pues ya está, muchas gracias por todo doctora, un beso - se despide mi madre.
- Un beso. Y como no creo que nos volvamos a ver... ¡que tengáis un buen viaje! - se despide sonriente la doctora mientras nos abraza y acto seguido se marcha a su consulta.
Mi madre y yo nos despedimos con la mano y salimos del hospital. Abre el coche y nos montamos en él. Por fin a casa. Arranca y salimos de allí. Espero no tener que volver pronto al hospital. Mi madre sigue conduciendo mientras me habla sobre lo que me ha echado de menos y yo no paro de darla besos. Pasé miedo, no puedo negarlo. Espera... ¿A dónde me lleva? Por esta carretera no se va a casa...
- Mamá, ¿a dónde vas?
- Eso ya lo verás, no seas impaciente - me dice giñándome un ojo.
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